Por Uri Cisneros
Dentro del jazz, un mundo musical que invita a la libertad y la exploración sonora desde sus inicios, el Free Jazz siempre ha sido el patito feo, la oveja negra, el bicho raro de la familia al ser una de las manifestaciones más osadas, atrevidas y polémicas, habiendo gente que afirma que ésta, no es música, que es ruido, que es caos, que se padece y no se disfruta, dividiendo al público en más de dos grupos desde su surgimiento. Si usted, que está leyendo estas líneas, le han pasado éstas declaraciones por la mente, no se preocupe, es totalmente normal, es algo muy difícil de entender y de asimilar, sin embargo, hay que entender ésta manifestación artística como una expresión que nació como un movimiento de protesta más que como un estético y refinado estilo musical. Si quiere saber más al respecto, a continuación adjunto un link a mi canal de YouTube en donde le explico brevemente, las claves para entender el Free Jazz.
En éste Blog, me di a la tarea de recopilar los que yo considero, los 5 discos indispensables para adentrarse en el mundo del Free Jazz, ojo, se necesitan mente y oídos abiertos.
Espero que le sea de utilidad.
5. Out to Lunch! – Eric Dolphy (1964)
Si usted no está familiarizado con el sonido del Free Jazz, éste es un extraordinario disco para comenzar, ya que conserva muchos elementos de arreglo de las corrientes anteriores como el Cool jazz y el Hard Bop, pueden distinguirse muchas frases cantables, estructuras claras, ostinatos notables y grooves muy apegados a lo convencional, sin embargo, se muestra una maestría en incluir nuevos elementos que se van mezclando con lo anterior de una manera muy interesante y en ocasiones, casi hipnótica, deformando los tempos, alterando las melodías, extinguiendo los ligeros esbozos de un centro tonal y llegando a un nivel de improvisación y de interacción de altísimo nivel.

4. Spiritual Unity – Albert Ayler (1965)
Éste disco es genial en muchos sentidos, podría decir que es un disco que está justo en la línea entre el jazz tonal/modal inteligible de imitación y el Free jazz de elementos atonales, técnicas extendidas y locuras ininteligibles, y esa es la gran magia de éste álbum.
Ésta fue mi gran escuela cuando comencé a tocar esta música, al principio es difícil alejarse de lo conocido, le tememos a lo que desconocemos, y éste disco es tan melódico como explosivo, lleno de interacción espontánea, adrenalina, riesgos, baile, estallidos, virtuosismo todo en un formato súper retador; Saxofón Tenor con Albert Ayler, Gary Peacock en el contrabajo y Sunny Murray en la Batería. Un trío sin instrumento armónico que da la sensación de siempre estar por los aires, lo cuál, brinda una atmósfera de improvisación única.

3. Ascension – John Coltrane (1966)
¿Qué puedo decir de John Coltrane que no haya dicho ya? Coltrane se ha convertido en un punto central y medular en la mayoría de mis blogs al ser un artista tan puro, tan pleno y que siempre estuvo en constante movimiento mental, emocional y artístico, así como en una búsqueda incansable de él mismo en lo que lo rodeaba. Éste es uno de los discos más polémicos de Coltrane y suele dividir a su público, unos lo aman, otros lo odian. Aunque éste disco no es más que el destino del largo camino de exploración que Coltrane estaba emprendiendo, comenzando por Blue Train, continuando con Giant Steps, coronando con A Love Supreme y ascendiendo espiritualmente y de forma personal con Ascension. En esta ocasión, se reúne nuevamente con su icónico cuarteto y varios integrantes adicionales para grabar uno de los más atrevidos proyectos de toda su carrera, rompiendo con todo lo que había hecho anteriormente para darnos una muestra inmaculada de lo que es el puro y sincero diálogo musical.

2. Unit Structures – Cecil Taylor (1966)
La naturaleza de éste disco se resume en dos palabras: Energía e Intensidad. En éste punto, podemos apreciar la madurez de Cecil Taylor, y sobre todo su total entendimiento dentro del movimiento Free. Cecil Taylor, un músico sobresaliente de ésta manifestación artística y de los únicos pianistas, ya que la mayoría provenían de la familia de los instrumentos de viento. A través de las diversas capas sonoras, en donde destacan las frases arrítmicas de los alientos dialogando entre si, mientras que Taylor funge como pegamento y elemento unificador de los instrumentos de viento y la sección rítmica, aplicando elementos sumamente percusivos, con breves estallidos armónicos que se encuentran con la batería y los golpes de las cuerdas del contrabajo, éste disco es un viaje sonoro súper disfrutable, en donde recomiendo escucharlo con los ojos cerrados sin hacer nada más, no puede perderse ni un mínimo detalle.

- Free Jazz: A Collective Improvisation – Ornette Coleman (1961)
Éste, sin duda, es el mejor disco de free jazz de toda la historia, fue el disco que le dió nombre al movimiento y que consolidó el característico sonido del Free Jazz, inspirando a toda la ola de músicos y ensambles que se iban interesando en éste concepto.
Liderado por Ornette Coleman, la premisa de éste disco es alucinante. Dos cuartetos paneados improvisando de forma colectiva y simultánea, abarcando la totalidad de la grabación. En el canal izquierdo tenemos a Ornette Coleman en el saxofón alto, Don Cherry en la trompeta pocket, Scott LaFaro en el contrabajo y Billy Higgins en la Bateria, mientras que en el canal derecho tenemos a Eric Dolphy en el Clarinete bajo, a Freddie Hubbard en la trompeta, Charlie Haden en el contrabajo y Ed Blackwell en la batería.
Un doble cuarteto conformado por músicos de primerísimo nivel creando texturas sonoras sin precedentes, sin duda alguna, un disco indispensable y obligado para entender el auténtico sonido del Free Jazz.
